A finales del año pasado se estrenó lo que
se anunció como la libre adaptación de la historia de Hans Christian Andersen
llamada “La reina de las nieves”, publicada por vez primera en 1845. La crítica
especializada la elogió de inmediato aunque fuera de ese ámbito, la crítica
común está completamente dividida.
La famosa película de Frozen no es
exactamente una adaptación a pie juntillas del cuento, de hecho se toma
demasiadas libertades, no obstante, en esencia, dentro de la película de
Disney, se aprecian rasgos, no muchos, de la historia original.
El cuento
Básicamente el cuento de Hans Christian
Andersen refiere una antigua maldición a un espejo que distorsionaba de tal
modo las imágenes que todo lo malo salía a la luz con él, quedando relegado lo
bueno que se quisiera reflejar en ese espejo; tal espejo luego se volvió
polvillo y produjo que la gente que lo ingiriera, se convirtiera en hielo.
Así las cosas se nos narra la historia de
Kay y Gerda, un par de amigos muy cercanos que un día se ven separados, en
primer lugar porque Kay ingirió uno de las tantas motas de polvo del legendario
espejo; siendo ahora grosero y distante con los demás; así, posteriormente se
ven separados de verdad porque Kay ató su trineo al de una mujer que no
disminuyó la velocidad hasta llegar a su residencia, fuera de la ciudad, muy al
norte, en Finlandia, según se explica más adelante en el cuento.
Gerda va en busca de Kay, en una expedición
que tiene más contratiempos de los que se puede uno imaginar, finalmente logra
dar con su amigo, quien no le reconoce en principio, pero ante las lágrimas de
Gerda, se derrite el hielo en su corazón y logra salir del castillo de la mujer
del trineo, la Reina de las Nieves.
Básicamente se trata de una historia sobre
el bien y el mal, sin más ni menos.
La película
Frozen no es una adaptación literal del
texto de Andersen, de hecho, más bien toma elementos de esa historia para crear
una donde la Reina de las Nieves no es el personaje siniestro y malvado que la
obra de Andersen deja entrever, de hecho, la Reina de las Nieves es todo un
personaje en la historia de Disney.
La princesa Elsa de Arendelle tiene el
extraño poder de congelar todo lo que tiene a su alcance; pero su hermana no;
aún así, en su más tierna infancia, Elsa y su hermana Ana son muy unidas y
juegan constantemente; en uno de sus juegos, Elsa dispara una ráfaga de hielo a
su hermana y le da en la cabeza. El sabio dice a los padres que eso se puede
curar, que sólo hay que engañar a la mente de la menor y hacer que Elsa aprenda
a controlar la magia que tiene dentro.
Así, las hermanas se separan, una con el
peso de que un día, ella tendrá que dirigir un Estado, y ocultar su poder a los
demás; dado que sería tachada de monstruo o de bruja, y además, podría causar
daño a las demás personas. La hermana menor crece sin tener gran contacto con
Elsa y se siente rechazada por ella y poco amada. Un día, los monarcas mueren
en una tormenta, y ahora Elsa es la reina, pero no asumirá el trono hasta tres
años después, cuando cumpla la mayoría de edad.
La fecha se cumple y Elsa puede coronarse
reina. En la ceremonia de coronación, la hermana menor cree haber encontrado el
amor en un príncipe que acaba de conocer, y pide a la reina Elsa que le dé su
bendición para casarse con ese príncipe, a lo que Elsa da una rotunda y
completamente razonable negativa, a lo que las hermanas discuten.
La discusión se acalora y Elsa proclama
terminada la fiesta, pero en un arranque, desata una ola de hielo y es en
efecto tachada de bruja. Sale corriendo del lugar y del reino entero, hacia las
montañas, hacia las auroras boreales. Allí es donde suena la célebre “Let it
go”, mientras Elsa construye un castillo de hielo en una montaña,
convirtiéndose así en La Reina de las Nieves.
En tanto, con la partida de Elsa se ha
desatado un crudo invierno en Arendelle, por lo que Ana va a buscar a Elsa con
la esperanza de que ésta detenga el invierno. Así, Ana conoce a Kristoff, un
vendedor de hielo que la ayuda a llegar a donde se encuentra Elsa;
produciéndose el reencuentro de las hermanas, sin embargo Elsa se niega a
volver y en un inesperado movimiento, Elsa dispara hielo accidentalmente en el
corazón de su hermana.
Elsa corre a Kristoff y Ana de su castillo
de hielo, pero posteriormente llega personal de Arendelle para capturar a la
Reina de las Nieves; lo cual tras una difícil confrontación, se logra
finalmente. En tanto Ana es atendida y se le indica que el golpe de hielo en el
corazón sólo puede ser curado por un acto verdadero de amor, de lo contrario se
convertirá en hielo sólido. Creyendo que su única salvación será que su
prometido la bese, Ana regresa a Arendelle, donde es traicionada por el príncipe
quien era el décimo tercero en la línea de sucesión en su reino.
Elsa logra escapar del cautiverio y se
dirige hacia la tormenta, donde se encuentra con el prometido de Anna, que le
informa que su hermana está muerta; en eso Anna sale del castillo al ver que
Kristoff se dirige hacia ella; pero se cruza en el camino con Elsa y su
prometido, éste último dirigiendo su espada en contra de Elsa, de modo que Anna
se interpone entre la espada y su hermana, y en el mismo instante en que la
espada se dirige hacia su víctima, Anna se convierte en hielo sólido y salva a
su hermana. Mientras Elsa llora por su hermana, ésta se descongela y, como todo
final de Disney, todos felices y contentos.
Crítica
No es una película que siga a pie juntillas
el cuento de Andersen, de hecho sólo recopila algunas circunstancias y
personajes; por lo que en primer lugar hablaré del cuento, y al respecto
podemos decir que el cuento tiene una estructura interesante; el tema central
es la lucha del bien contra el mal con un uso de simbolismos como lo es la
presencia del frio y el tema del duende que es presentado desde el prólogo como
el mismísimo demonio; una trama ligera (lo que se espera de un cuento) y un
cierre interesante, con personajes, eso sí, sumamente planos y simples,
situación que se entiende al tratarse de un cuento y no otra cosa.
Por cuanto a la película la verdad me
gustó. Hubo algunos críticos que la consideraron “lo mejor que Disney se ha
hecho desde La Bella y la Bestia”, aseveración que definitivamente no puede
considerarse completamente como verdadera, ciertamente Frozen tiene una
historia interesante y envolvente, lejos ya de la clásica princesa que se
enamora del clásico príncipe azul; en este caso los motivos de los personajes
para hacer lo que hacen son claros y razonables, la realidad es que la historia
es, en sí misma, un logro como guión, al que se le debe añadir por supuesto la
increíble animación que sorprende por su excelso nivel de detalle.
Por otra parte, la queja de muchos: la
música, y ahí debo dar cierta razón a los detractores porque en realidad uno no
espera ir a ver una película de Disney con el mismo número de canciones que La Novicia Rebelde (reconozco, estoy
exagerando, pero sí es elevado el número de melodías que se incluyen en esta
cinta), aunque nadie negará que la famosa “Let it go” quedó como anillo al dedo
a la historia. Los personajes tienen algo Disney no está acostumbrado a
proporcionarles a menudo: una personalidad propia, creíble, aunque se trate de
personajes de cuento de hadas. Si soy honesto, tiene más virtudes que
desventajas, más porque, si somos honestos, debemos verla con la óptica de que
es una película infantil; quejarse de que una película infantil tiene argumento
infantil es como quejarse de que un Botero tenga puras mujeres de talla grande.
En resumen, vale la pena verla, siempre que
sea con la óptica adecuada; pero no se trata de lo mejor que Disney ha hecho
desde “La Bella y la Bestia”, eso ténganlo por seguro.
Mi valoración personal:
Del cuento: 8
De la película: 8