viernes, 25 de abril de 2014

Frozen: La reina de las nieves.


A finales del año pasado se estrenó lo que se anunció como la libre adaptación de la historia de Hans Christian Andersen llamada “La reina de las nieves”, publicada por vez primera en 1845. La crítica especializada la elogió de inmediato aunque fuera de ese ámbito, la crítica común está completamente dividida.
La famosa película de Frozen no es exactamente una adaptación a pie juntillas del cuento, de hecho se toma demasiadas libertades, no obstante, en esencia, dentro de la película de Disney, se aprecian rasgos, no muchos, de la historia original.

El cuento

Básicamente el cuento de Hans Christian Andersen refiere una antigua maldición a un espejo que distorsionaba de tal modo las imágenes que todo lo malo salía a la luz con él, quedando relegado lo bueno que se quisiera reflejar en ese espejo; tal espejo luego se volvió polvillo y produjo que la gente que lo ingiriera, se convirtiera en hielo.
Así las cosas se nos narra la historia de Kay y Gerda, un par de amigos muy cercanos que un día se ven separados, en primer lugar porque Kay ingirió uno de las tantas motas de polvo del legendario espejo; siendo ahora grosero y distante con los demás; así, posteriormente se ven separados de verdad porque Kay ató su trineo al de una mujer que no disminuyó la velocidad hasta llegar a su residencia, fuera de la ciudad, muy al norte, en Finlandia, según se explica más adelante en el cuento.
Gerda va en busca de Kay, en una expedición que tiene más contratiempos de los que se puede uno imaginar, finalmente logra dar con su amigo, quien no le reconoce en principio, pero ante las lágrimas de Gerda, se derrite el hielo en su corazón y logra salir del castillo de la mujer del trineo, la Reina de las Nieves.
Básicamente se trata de una historia sobre el bien y el mal, sin más ni menos.

La película

Frozen no es una adaptación literal del texto de Andersen, de hecho, más bien toma elementos de esa historia para crear una donde la Reina de las Nieves no es el personaje siniestro y malvado que la obra de Andersen deja entrever, de hecho, la Reina de las Nieves es todo un personaje en la historia de Disney.
La princesa Elsa de Arendelle tiene el extraño poder de congelar todo lo que tiene a su alcance; pero su hermana no; aún así, en su más tierna infancia, Elsa y su hermana Ana son muy unidas y juegan constantemente; en uno de sus juegos, Elsa dispara una ráfaga de hielo a su hermana y le da en la cabeza. El sabio dice a los padres que eso se puede curar, que sólo hay que engañar a la mente de la menor y hacer que Elsa aprenda a controlar la magia que tiene dentro.
Así, las hermanas se separan, una con el peso de que un día, ella tendrá que dirigir un Estado, y ocultar su poder a los demás; dado que sería tachada de monstruo o de bruja, y además, podría causar daño a las demás personas. La hermana menor crece sin tener gran contacto con Elsa y se siente rechazada por ella y poco amada. Un día, los monarcas mueren en una tormenta, y ahora Elsa es la reina, pero no asumirá el trono hasta tres años después, cuando cumpla la mayoría de edad.
La fecha se cumple y Elsa puede coronarse reina. En la ceremonia de coronación, la hermana menor cree haber encontrado el amor en un príncipe que acaba de conocer, y pide a la reina Elsa que le dé su bendición para casarse con ese príncipe, a lo que Elsa da una rotunda y completamente razonable negativa, a lo que las hermanas discuten.
La discusión se acalora y Elsa proclama terminada la fiesta, pero en un arranque, desata una ola de hielo y es en efecto tachada de bruja. Sale corriendo del lugar y del reino entero, hacia las montañas, hacia las auroras boreales. Allí es donde suena la célebre “Let it go”, mientras Elsa construye un castillo de hielo en una montaña, convirtiéndose así en La Reina de las Nieves.

En tanto, con la partida de Elsa se ha desatado un crudo invierno en Arendelle, por lo que Ana va a buscar a Elsa con la esperanza de que ésta detenga el invierno. Así, Ana conoce a Kristoff, un vendedor de hielo que la ayuda a llegar a donde se encuentra Elsa; produciéndose el reencuentro de las hermanas, sin embargo Elsa se niega a volver y en un inesperado movimiento, Elsa dispara hielo accidentalmente en el corazón de su hermana.
Elsa corre a Kristoff y Ana de su castillo de hielo, pero posteriormente llega personal de Arendelle para capturar a la Reina de las Nieves; lo cual tras una difícil confrontación, se logra finalmente. En tanto Ana es atendida y se le indica que el golpe de hielo en el corazón sólo puede ser curado por un acto verdadero de amor, de lo contrario se convertirá en hielo sólido. Creyendo que su única salvación será que su prometido la bese, Ana regresa a Arendelle, donde es traicionada por el príncipe quien era el décimo tercero en la línea de sucesión en su reino.
Elsa logra escapar del cautiverio y se dirige hacia la tormenta, donde se encuentra con el prometido de Anna, que le informa que su hermana está muerta; en eso Anna sale del castillo al ver que Kristoff se dirige hacia ella; pero se cruza en el camino con Elsa y su prometido, éste último dirigiendo su espada en contra de Elsa, de modo que Anna se interpone entre la espada y su hermana, y en el mismo instante en que la espada se dirige hacia su víctima, Anna se convierte en hielo sólido y salva a su hermana. Mientras Elsa llora por su hermana, ésta se descongela y, como todo final de Disney, todos felices y contentos.

Crítica

No es una película que siga a pie juntillas el cuento de Andersen, de hecho sólo recopila algunas circunstancias y personajes; por lo que en primer lugar hablaré del cuento, y al respecto podemos decir que el cuento tiene una estructura interesante; el tema central es la lucha del bien contra el mal con un uso de simbolismos como lo es la presencia del frio y el tema del duende que es presentado desde el prólogo como el mismísimo demonio; una trama ligera (lo que se espera de un cuento) y un cierre interesante, con personajes, eso sí, sumamente planos y simples, situación que se entiende al tratarse de un cuento y no otra cosa.
Por cuanto a la película la verdad me gustó. Hubo algunos críticos que la consideraron “lo mejor que Disney se ha hecho desde La Bella y la Bestia”, aseveración que definitivamente no puede considerarse completamente como verdadera, ciertamente Frozen tiene una historia interesante y envolvente, lejos ya de la clásica princesa que se enamora del clásico príncipe azul; en este caso los motivos de los personajes para hacer lo que hacen son claros y razonables, la realidad es que la historia es, en sí misma, un logro como guión, al que se le debe añadir por supuesto la increíble animación que sorprende por su excelso nivel de detalle.
Por otra parte, la queja de muchos: la música, y ahí debo dar cierta razón a los detractores porque en realidad uno no espera ir a ver una película de Disney con el mismo número de canciones que La Novicia Rebelde (reconozco, estoy exagerando, pero sí es elevado el número de melodías que se incluyen en esta cinta), aunque nadie negará que la famosa “Let it go” quedó como anillo al dedo a la historia. Los personajes tienen algo Disney no está acostumbrado a proporcionarles a menudo: una personalidad propia, creíble, aunque se trate de personajes de cuento de hadas. Si soy honesto, tiene más virtudes que desventajas, más porque, si somos honestos, debemos verla con la óptica de que es una película infantil; quejarse de que una película infantil tiene argumento infantil es como quejarse de que un Botero tenga puras mujeres de talla grande.
En resumen, vale la pena verla, siempre que sea con la óptica adecuada; pero no se trata de lo mejor que Disney ha hecho desde “La Bella y la Bestia”, eso ténganlo por seguro.

Mi valoración personal:

Del cuento: 8
De la película: 8



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