Estrenada seis años después del fatídico Episodio I, esta entrega cumplió con
su cometido
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El jueves 19 de
mayo de 2005, casi 28 años después del primer estreno (sucedido el 25 de mayo
de 1977), de la saga que muchos conocimos simplemente como La Guerra de las Galaxias, la saga finalmente quedó completada.
Dos trilogías y
miles de millones de dólares después, La Venganza de los Sith se proyectó como
el tercer episodio en donde las primeras películas fueron las últimas y las
últimas fueron las primeras.
Seamos honestos,
esta película fue recibida con muchas reservas previas a su estreno debido a
que La Amenaza Fantasma decepcionó
mucho (y muchísimo) y El Ataque de los Clones no fue
precisamente lo que se esperaba; si la tercera cinta de la nueva trilogía era
igual o peor, toda la trilogía quedaría irreparablemente destrozada.
Para quienes
seguimos la saga en su totalidad, esta sexta entrega (tercera de la segunda
trilogía) tenía un estándar excesivo que cubrir; Anakin Skywalker debía ser
seducido al lado oscuro de la fuerza y ver la transformación del ingenuo (y
algo chocante) niño de Tatooine en el Darth Vader que conocimos y nos aterró en
la trilogía clásica.
Sinopsis
Dos años después
de los eventos de El Ataque de los
Clones, la república se encuentra en guerra contra los separatistas; los
Caballeros Jedi han sido enviados a los confines de la galaxia con legiones de
clones para combatir a los separatistas.
En un movimiento
audaz, el líder del ejército separatista, el general Grievous ha capturado al
canciller Palpatine, líder del senado galáctico; siendo rescatado en una
espectacular batalla inicial por Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi.
Al terminar la
batalla, Anakin se entera de que será padre en pocos meses, Padmé está
embarazada. En eso, empieza a tener sueños proféticos sobre la muerte de Padmé
en el parto. Anakin necesita encontrar la forma de evitar que sus sueños
proféticos se hagan realidad; para lo que recurre a la orden Jedi, la cual no
le sirve de mucha ayuda para su propósito.
El punto máximo del guión es esta escena. |
Entretanto,
Anakin ha generado una íntima amistad con el canciller Palpatine, quien le
ofrece un puesto como su representante personal en el Consejo Jedi. Sin embargo
nada es lo que Anakin esperaba y se ve marginado en la toma de decisiones del
Consejo.
Palpatine le
cuenta una historia sobre Darth Plagueis el sabio, una persona que tuvo la
capacidad de salvar a otras personas de la muerte; justo lo que Anakin
necesita; hasta ese momento Palpatine ha sido un líder más en el senado, pero
poco a poco se empieza a descubrir como el Sith que los Jedi estaban buscando.
Por otro lado,
Obi-Wan ha sido enviado a combatir al General Grievous (cuando Anakin esperaba
que esa diligencia le correspondiera a él), lo que finalmente contribuirá a su
camino al lado oscuro de la fuerza.
Anakin se debate
entre decirlo al Consejo y así ganar la confianza de ese cuerpo colegiado, pero
perder la oportunidad única de obtener el conocimiento encaminado a salvar a
Padmé, o bien entregarse al lado oscuro de la Fuerza. Tras haber dicho a Mace
Windu, uno de los principales consejeros Jedi, la verdad sobre el Canciller, de
último momento Anakin se arrepiente y llega en el momento justo en que Mace
Windu está a punto de asesinar al Canciller. Anakin logra impedir el ataque y
un efecto de su acción es la muerte de Mace Windu. A partir de ese momento,
Anakin se entrega al lado oscuro de la fuerza, seducido finalmente por el poder
de intentar salvar a su esposa de la hipotética muerte que le presagiaron sus
sueños.
Anakin ataca el
Templo Jedi, provocando el casi exterminio de esta orden. Después es enviado al
sistema Mustafar donde se ocultan los líderes separatistas; quedando en
evidencia que la guerra era sólo un farol para dispersar por la galaxia a los
Jedi y convertirlos en presa fácil. Los clones han dado cuenta de todos los
Jedi que estaban fuera de la capital.
En Mustafar,
Anakin asesina a todos los líderes separatistas. En ese momento nace el Primer
Imperio Galáctico; Obi-Wan, en conjunto con el Maestro Yoda, el Presidente del
Consejo Jedi, se percata de lo que ha ocurrido de una forma estrepitosa y
finalmente deciden que Yoda acuda a atacar al Emperador, mientras que Obi-Wan,
quien fuera maestro de Anakin, sea quien dé cuenta de su propio aprendiz.
En una batalla
épica, el Emperador no logra acabar con Yoda y viceversa; Yoda termina huyendo
al exilio; por su parte, en un planeta volcánico se enfrentan Obi-Wan y Anakin
en un duelo en que el segundo pierde y termina desfigurado y sin manera de
seguir existiendo sin ayuda de una máquina. Allí es donde finalmente muere el
joven soñador de Tatooine y nace Darth Vader como lo conocemos.
Padmé muere en
el parto no sin antes haber dado a luz a gemelos, Luke y Leia, quienes serán
separados y llevados, el primero con su familia en Tatooine, y la segunda
adoptada por la familia Organa, líderes políticos del planeta Alderaan.
Crítica
La nueva
trilogía decreció mucho en relación a su predecesora; por lo menos las dos
primeras cintas. George Lucas finalmente en esta cinta se quita todas las
telarañas y presenta una película con la correcta dosis de efectos visuales y
una historia que todos queríamos ver.
Finalmente Anakin se convierte en Darth Vader |
Cuando vimos por
vez primera la Star Wars original, nos preguntamos qué o quién era ese ser
enmascarado y vestido de negro y con respiración mecánica; la respuesta tardó
28 años en llegar.
Los efectos
especiales son fantásticos; la era del cine digital es patente con esta
película; por su parte un argumento bien logrado, con un villano verdaderamente
maquiavélico (nótese que el maquiavelismo no es sinónimo de malvado, sino
calculador y separado de la ética).
Las actuaciones
nunca han sido el fuerte de la saga, pero si somos honestos, Ian McDarmind
(Palpatine) y Ewan McGregor (Obi-Wan) hacen su trabajo de forma magnífica.
Mención aparte merece Hayden Christensen que en esta entrega demuestra que sí
puede dejar de lucir acartonado para mostrar al Darth Vader que muchos vimos en
la pantalla en la trilogía clásica.
Por otra parte,
George Lucas dirige en buena forma, y el guión tiene múltiples destellos de
lucidez, como lo es la escena de la ópera; sin embargo, la verdad el guión no
es el fuerte de esta película.
La trama es
envolvente y ello genera que el espectador que llega al minuto 20 de la película
no pueda ya parar de verla, su narrativa llega al nivel que Lucas nos tuvo
acostumbrados en la trilogía clásica y, por supuesto la música es fantástica (junto
con los efectos visuales, es uno de los únicos dos rubros en que toda la saga
de Star Wars se puede jactar de ser uniforme en su pulcritud).
La recepción de
la crítica fue mayormente positiva, sin embargo existieron detractores sobre la
corta duración de los villanos secundarios; la temprana muerte de Dooku y del
General Grievous hacia la mitad de la cinta; sin embargo a esos detractores
sólo quisiera recordarles que el argumento principal que se quiere ver en esta
película es precisamente la caída al lado oscuro de la fuerza de Anakin, y los
villanos secundarios son eso, personajes de segundo plano; en realidad, con el
villano principal se tiene suficiente para dar y regalar.
Es pulcra,
narrativa y épica; Lucas no decepcionó en esta última entrega y logró producir
una película a la altura de sus predecesoras; fue el mejor regalo que Lucas
pudo dar a su audiencia, verdaderamente valió la espera de 28 años y los tropiezos para ver esta belleza de película.
Mi Valoración Personal:
9.6/10
La Guerra de las Galaxias es una película extraordinaria, y este tercer episodio fue buenisimo. A pesar de que hay quienes comentan que tuvo un decrecimiento, yo opino que es muy buena.
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