miércoles, 21 de mayo de 2014

El Imperio Contraataca, "¿Quién es tu padre?"


En 1980, el mundo ya había sido testigo del estreno de la película “Star Wars”, una ópera espacial escrita y dirigida por George Lucas, que trataba sobre una alianza rebelde que se enfrentaba a un opresor imperio en una galaxia muy, muy lejana; como rezaba la frase inicial de la mítica película. Star Wars, o La Guerra de las Galaxias, como muchos la conocimos originalmente, se convirtió inmediatamente en un éxito taquillero por la pulcritud de sus efectos visuales y la nueva y brillante narrativa de su director; un concepto jamás visto había nacido: las películas en serie, cargadas de efectos visuales y de historias de mundos y lugares lejanos; en otras palabras lo que hoy denominamos “franquicia”.
Tres años después del estreno original, la franquicia Star Wars presenta su segunda entrega, del director Irvin Kershner, con George Lucas como productor ejecutivo y creador de la historia.
Así, el 21 de mayo de 1980, tres años después del estreno de su predecesora, se presentó lo que sería la segunda de lo que hoy se conoce como la Trilogía Clásica de Star Wars.

Sinopsis

La alianza rebelde ha destruido la estrella de la muerte, pero se enfrenta a la furia del imperio. Alojados en su base de Hoth, son asaltados por las tropas imperiales y obligados a huir. Luke Skywalker, quien disparara contra el arma máxima del imperio aquellos fatídicos torpedos de protón, es obsesivamente perseguido por el sith Lord Darth Vader, y en su busca Vader empleará toda clase de artimañas para poder seducir a Skywalker, a quien considera podría ser un poderoso aliado para la causa imperial.
Luke recibe instrucciones de acudir al planeta Dagobah para continuar su entrenamiento Jedi, y se separa de Han Solo y la Princesa Leia, quienes huyen en el Halcón Milenario para ser perseguidos a través de los años luz por los cruceros imperiales.
Luke llega a Dagobah y encuentra a Yoda, comenzando así su fase de entrenamiento Jedi, mientras que sus amigos deben sufrir la persecución por un campo de asteroides, mientras intentan reparar la nave que los lleva para poder alcanzar la velocidad de la luz y así evadir al imperio.
Cuando todo parece mejorar y Han Solo ha encontrado la manera de confundir al imperio mezclándose en la basura de uno de sus cruceros espaciales, huye a la ciudad de las nubes donde busca la ayuda de Lando Carlissian, un viejo amigo administrador de la mina de esa ciudad. De último momento Lando le traiciona y entrega a Han y Leia al imperio. Vader tortura a sus rehenes e incluso congela en carbón a Han Solo, para ser entregado a Jabba, quien ha puesto precio a su cabeza; todo ello con el fin de provocar que Luke a través de la fuerza se entere de su ubicación y decida ir en su busca.
Luke cae en la trampa de Vader y decide ir a rescatar a sus amigos, aún ante la negativa de Yoda y el fantasma de Ben Kenobi. De esa forma Luke debe enfrentarse al lado oscuro de la fuerza sin haber completado su entrenamiento.
La contienda entre Luke y Vader se vuelve cada vez más complicada, Vader es excesivamente superior a Luke en el dominio de la fuerza, pero dado que no está determinado a matarlo, sino únicamente a tomarlo como rehén para llevarlo al emperador, la batalla se complica hasta el punto que Luke pierde su mano derecha y por consiguiente el sable de luz de su padre. Es entonces cuando comienza el momento de las revelaciones. Cuando se ha llegado a este punto, el odio del espectador hacia Vader es tal que la revelación surte sus efectos tanto para el protagonista como para el público: Darth Vader revela a Luke Skywalker “Yo soy tu padre”.

Leia y Lando, quien pronto se arrepiente de su traición y decide tratar, sin éxito, de liberar a Han Solo, logran huir en el Halcón, a cuya tripulación se une Luke tras haber escapado por un pelo de las garras de Vader.
R2-D2 salva el día y logra hacer funcionar (por fin) el hiperpropulsor del Halcón Milenario y llevar a los protagonistas a territorio seguro. La película termina con la incógnita sobre si se logrará rescatar a Han Solo, a sabiendas de que está en algún confín de la galaxia, si la Alianza podrá reorganizarse después de semejante derrota y si realmente Vader dijo la verdad.

Crítica.

Dicho con modestia esta película es una de las mejores que la pantalla ha visto jamás. “Segundas partes no son buenas”, dice la gente, pero esta película rompe con esa premisa.

La trama fue calculada de tal suerte que si se le pone atención a los primeros diez minutos, ya no se podrá parar de ver el resto. Kershner nos da una película más oscura, con elementos mucho más marcados de que es el mal quien está ganando la contienda. El Imperio le propina una golpiza a la Alianza durante toda la película y a través de toda la galaxia; ello se aúna a la presentación de tres nuevos personajes: Yoda, el maestro Jedi de 800 años de edad, Lando Carlissian, el insigne administrador de la ciudad de las nubes y el Emperador, un sujeto que dará mucho de qué hablar en el siguiente filme y más aún en la trilogía de precuelas, cuyas críticas se han venido elaborando en los pasados días.
Darth Vader es el villano por antonomasia. A pesar de que vemos al Emperador, es Vader quien se convierte en el villano favorito, debido a su cruel determinación de obtener a toda costa a Skywalker; su forma de proceder es tan extrema que inspira miedo y respeto a todos los espectadores. Al momento del combate con Luke, el espectador le odia por completo, pero tras la aparición de los créditos el espectador reconocerá que es uno de los mejores personajes villanos que se la pantalla haya visto.
Por su parte, nuevamente la música y los efectos visuales son el fuerte de la película. Los efectos especiales, vistos 34 años después del estreno original (hoy se cumplen), están a la altura de cualquier estreno del año; y cuesta creer que se hayan hecho con maquetas y sin uso de ordenadores.
John Williams compone magistralmente la Marcha Imperial y le da el tono oscuro que la película debe tener, a fin de cuentas, el título nos dice mucho, porque el Imperio verdaderamente ataca y con mucho, obtiene la victoria pese a no conseguir el objetivo de capturar a Luke Skywalker.
En resumen, es una película entretenida, no me puedo cansar de verla por la forma en que maneja sus personajes y situaciones; es un clásico indiscutible e imperdible; fantásticamente buena por su composición estética y su acabadísima perfección cinematográfica.

La mayoría de los fanáticos consideran que es la mejor de todas; a mi parecer no se puede desmerecer la primera película, puesto que, como decía una extinta empresa de aviación en México: “la primera siempre será la primera”, pero eso no significa que esta no pueda compartir el honor, junto con su predecesora, de ser la mejor de la saga.
Mi valoración personal: 9.8
Calificación:

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