lunes, 27 de enero de 2014

En llamas: la flamante segunda parte de los Juegos del Hambre


Existe una serie de reglas no escritas sobre las trilogías en general: son reglas casi universales que son presentes (en distinta medida y substancia) en prácticamente todas las trilogías que se precien de serlo.
Específicamente la segunda parte de una trilogía debe contener más acción; pero ésta se desarrolla en un ambiente más lento y tedioso que su predecesora, donde el protagonista tiene nuevos retos y una historia que no habrá de concluir sino hasta el inicio de la tercera parte; también es usual que en la segunda entrega se hagan revelaciones importantes y, suele ocurrir que se ponga en peligro a un personaje principal para lograr el efecto de una segunda entrega de trilogía: enganchar al espectador para la tercera parte, porque de otro modo, la historia carecería de lógica.
En ese contexto, y precisados los elementos fundamentales de una trilogía, he de decir como preludio que Suzanne Collins pareciera tener todos los elementos de esta regla general presentes al momento de su texto “En llamas”. Vamos a ello.

Sinopsis

Advertencia: la presente sección contiene información que, si no has leído el libro, tal vez no quieras saber ahora mismo, si es el caso, sáltala; ve a la sección Crítica, y reanuda tu lectura allí.
La historia comienza donde la dejamos en el texto previo: Katniss ha ganado los juegos del hambre y ahora goza de una vida diferente: tiene nueva casa, dinero, y su familia está bien; y se encuentra en la víspera de lo que se denomina “el tour de la victoria” por el cual el Capitolio le reitera a la población que cada año se celebrarán los Juegos y que por lo menos uno de sus habitantes morirá en ellos.
Así las cosas, Katniss recibe una visita inesperada: el presidente Snow en persona ocurre a su casa para decirle que su acción de último minuto en los juegos ha provocado una serie de revueltas en todo Panem. Al parecer ella es la única culpable de ello, puesto que lo que hizo se pude catalogar como un acto de sedición.
Es por ello que el tour significará la única oportunidad que tiene para buscar enmendar su error y hacer ver a la población que su acto fue por el enamoramiento (que es fingido) con su compañero vencedor Peeta, y no como un acto de rebelión.
Sin embargo, las cosas salen mal, y al final del viaje, la población ha tomado a Katniss como su bandera o líder visible. Ello se concatena con el inicio de los 75° juegos del hambre, que por sí mismos traen un cambio substancial: por única ocasión, los tributos serán elegidos de entre los vencedores de los juegos.
Mientras tanto en el Distrito 12, Katniss oye rumores sobre la existencia de un Distrito 13 y de una creciente rebelión en aquél lugar contra el Capitolio; además de que las medidas de seguridad y represión se han redoblado y encrudecido.
Dada la naturaleza del distrito en que se encuentra, Katniss es la única mujer vencedora, y por tanto, está automáticamente dentro de los juegos (qué dramático) y dadas las condiciones, al final Peeta y ella regresarán a los juegos, (de verdad, ¿no había argumento mejor?) junto con un montón de experimentados asesinos.
Los 75 juegos del hambre comienzan con dos anuncios importantes: para impedir su realización los vencedores hacen toda clase de declaraciones; la más fuerte de todas es el anuncio del falso embarazo de Katniss y también el falso matrimonio entre ella y Peeta; con lo que la población del Capitolio enfurece y exige que se cancelen los juegos. Pero ello no ocurre y Katniss se ve obligada a volver a la arena junto con Peeta. Decidida a hacer campeón a Peeta, Katniss se alía con varios jugadores de los demás distritos; y en un momento dado, consigue destruir el campo de fuerza en que se halla en la arena de los juegos.
Katniss es rescatada por el Distrito 13 antes de que los juegos tengan un vencedor determinado, y se confirman los rumores de la existencia de este Distrito y de la rebelión que encabeza; pero también le llega una terrible revelación: el Distrito 12 está destruido, y Peeta fue capturado por el Capitolio.

Crítica

En realidad, Collins tomó muchos elementos clásicos de las trilogías para esgrimir su segundo movimiento. La historia fluye de una manera más lenta, más calculada, y tiene personajes interesantes; sin embargo tiene dos fallos insoslayables: el primero es que el argumento de los juegos, la arena y todo eso ya fue visto en el libro precedente, es decir, no es una historia nueva, sino un regreso al punto de partida, y ello da la impresión de que la autora no tiene otra idea de por dónde llevar su historia; el otro fallo es que exactamente a la mitad del libro, cuando el tour ha terminado y el tema de los 75 juegos está por empezar, es poco realmente lo que se aprecia de avance en la trama y quizá hubiese sido mejor capturar al lector con los 75 juegos antes de concluir el tour de la victoria; no obstante, este segundo fallo es menor que el primero que mencioné.
Es por ello que puedo decir que la historia cumple con la regla de la segunda parte de una trilogía; aunque ello no garantiza que tenga una nota excelente. Los fallos en la historia pesan al hacer el balance final, dado que existen momentos en que la historia es sumamente predecible.
Por tal motivo puedo calificarla de entretenida, regular en términos generales, buena para quien sea fan de la serie, y entretenida para el resto del público.

La película: Alta fidelidad garantizada


La adaptación cinematográfica de En llamas goza de una fidelidad para con el libro base que es fabulosa.
Por principio de cuentas la dirección de arte y vestuarios me parecieron sublimes; pero donde la película logra su mayor acierto es en la actuación de Phillip Seymour Hoffman, galardonado actor que hace gala de su calidad histriónica interpretando a un ambiguo Plutarch Heavensbee, tal como fue descrito en el libro base.
Sin embargo, como es usual, no todo es miel sobre hojuelas. Si un defecto tiene esta película es el corte de una que otra escena que era fundamental para el final de la trama; y me refiero específicamente la escena donde los rumores del Distrito 13 llegan a los oídos de Katniss; no es una escena de acción ni nada por el estilo, pero sí es de suma importancia y trascendencia para el final de la historia. No es mucho, pero al final, el corte pesa al hacer el balance final.
Las actuaciones restantes son eficientes, lo que aumenta la evaluación, y la dirección y el guión consiguen su cometido en una entrega lograda e interesante. La historia no daba para más, pero la adaptación cinematográfica es eficiente.
Mi valoración personal:
Del libro:
Calificación:
7.8
De la película:
Calificación:

7.5

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