El invierno de 2002 llegó pronto. Y como
era obvio, la segunda parte de la historia de Harry Potter no se hizo esperar.
En realidad, 2002 fue un año interesante, dado que las tres principales
franquicias cinematográficas del momento (Harry Potter, Star Wars y El Señor de
los Anillos) estrenaron películas ese año y, casualmente, todas las películas
eran una segunda parte, suceso que no se repetiría (la tercera entrega de El
Señor de los Anillos llegó en 2003, en tanto que la de Harry Potter lo hizo en
2004 y Star Wars lo hizo hasta 2005), en fin, un suceso interesante que sólo
dejó entrever la gran competencia que las tres sagas tienen entre sí.
La película se basó en el libro homónimo de
J. K. Rowling, publicado en 1998 en Inglaterra. Para entonces, Harry Potter ya
era un fenómeno mundial. El libro contaba la historia de cómo, de forma
sumamente inverosímil, Harry Potter había regresado al encierro con sus tíos,
los Dursley, y la forma en que recibió una inesperada visita de un personaje
curioso: Dobby el elfo doméstico advierte a Potter de que se desatarán horrores
este año en Hogwarts (nunca menciona cuales, lo que es parte del misterio).
Tras un escape atrabancado de casa de sus tíos y una llegada a Hogwarts en
donde se mezcló una barrera bloqueada y un Ford Anglia volador, se desata un
suceso por demás extraño: la cámara de los secretos ha sido abierta por el
“heredero de Slytherin”, personaje que se mantiene en total misterio y se llega
a sospechar en cierto punto de la trama, que es el mismísimo Harry Potter.
Las cosas no pueden ir peor, porque se
suscitan varios ataques en contra de estudiantes del colegio, estudiantes que
son denominados “sangre sucia”, por no tener ascendientes magos, y ello provoca que se extremen precauciones. En
cierto punto, se une al grupo de los
petrificados la amiga de Harry Potter, Hermione Granger, con lo que la búsqueda
por el Heredero de Slytherin se intensifica, y pese a intentos muy ingeniosos
como el uso de la “poción multijugos” para tratar de desenmascarar a Draco
Malfoy (el eterno rival de Potter), la investigación no da resultado, hasta que
un día Harry se encuentra un viejo diario en blanco. Está dispuesto a
deshacerse de él cuando escribe algunas palabras en él, y se percata que el
diario le contesta, y le revela que la cámara ya había sido abierta cincuenta
años antes, y que en aquella ocasión murió una estudiante, también revelando
que Hagrid (guardabosques de Hogwarts y amigo de Harry Potter) fue expulsado
por ser considerado culpable de tal crimen (primer pregunta: Si supuestamente
mató a una estudiante, ¿por qué no está en prisión?) y cuando el heredero deja
un mensaje diciendo que se ha llevado a una estudiante a la cámara de los
secretos, Harry desentraña el misterio del lugar donde se encuentra su entrada,
y así logra acceder a la misma, para darse cuenta que el heredero de Slytherin
es nada menos que Voldemort (¿acaso podría ser otro?) y, tras vencerlo de nuevo
(tercera vez consecutiva Voldemort 0 – 3 Harry), logra liberar a la hermana de
su mejor amigo del trance en que se encontraba en la cámara de los secretos, y
nuevamente, todos felices y contentos.
El libro adopta un esquema parecido a su
antecesor. Una historia tipo Sherlok Holmes, donde debe desentrañarse un
misterio, combinada con el mundo mágico clásico adaptado fielmente por J.K.
Rowling. Como su predecesor, un libro exquisito, con un toque más oscuro pero
no por ello menos interesante. La fórmula funcionó por segunda vez.
La película: Chris Columbus da en el grano.
Al igual que con la cinta previa, Chris
Columbus y sus productores lograron adaptar el libro con una fidelidad amplia,
lo que resulta benéfico para una obra basada en uno de los libros mejor
vendidos, porque el público sabe lo que va a ver.
Definitivamente esta película tuvo un tono
más oscuro, pero no menos infantil que la anterior. No estuvo mal, pero por
tratarse de una segunda parte de una historia que ya para entonces tenía otros
dos libros en su haber, era más que obvio que el personaje principal saldría
airoso de esta historia.
Para su año, los efectos visuales son
buenos, aunque al paso de los años parezcan auténticas tomas sacadas de Play
Station 2.
En realidad se trató de una digna sucesora
de La Piedra Filosofal, y eso continúa siendo decir mucho, porque a partir del
2005, las entregas de Potter en el cine serían peores.
Calificación:
Del libro
8.5
8.5
De la película:
8
8
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