domingo, 12 de enero de 2014

La guerra de Hart. Katzenbach con una historia diferente


John Katzenbach es un autor interesante. Consagrado sobre todo en el género de la novela de misterio (comúnmente conocida cono thriller) y con una larga trayectoria que incluye El Psicoanalista, La Sombra y El Hombre Equivocado, a las que me referiré posteriormente, presenta esta historia de tipo dramático que evoca películas como El Gran Escape, con el tono característico que la Segunda Guerra Mundial le puede dar a las historias.
La novela narra al teniente Raymond Thomas Hart, un norteamericano que debió truncar su carrera de Leyes a causa del inicio de la guerra. Enviado a combatir en Europa, es capturado por los alemanes y enviado al Stalag Luft 13, un campo de prisioneros de guerra.
Debido a su condición de claustrofobia, es imposible para él escapar a través de un túnel, y se mantiene alejado de los planes de escapar que tienen el resto de los internos. En cambio, mata el tiempo estudiando leyes.
Un día, llega al campo un aviador negro, igual norteamericano, pero desatando consigo el racismo de muchos de los internos. Un día, uno de sus principales detractores, aparece muerto en el baño.
Con un espíritu garantista, pese a que muchos consideran que Lyndford Scott (el negro) es culpable del asesinato, se decide instaurar un juicio en su contra, y como Hart es uno de los pocos con conocimientos legales en el campo, se le encomienda la defensa de Scott.
Hart se enfrenta a un callejón sin salida. Pese a que mucha de la evidencia que existe es circunstancial, es evidente que el juicio que se instauró tiene una encomienda parecida a la de los Juicios de Nühremberg, pareciera que el veredicto está decidido desde el inicio del juicio.
Poco a poco se va descubriendo que el juicio no es más que un parapeto que sirve de telón para algo más: la fuga planeada de varios de los prisioneros a través de un túnel que se sucederá precisamente el día del juicio. Hart consigue finalmente dar con el asesino, quien debido a su posición, es uno de los primeros en escapar del campo, mientras que Hart es enviado de regreso a casa debido a que un enfrentamiento le ha dejado en un estado de salud complicado. La historia concluye con la absolución de Scott, quien desde el principio había clamado por su inocencia.

Crítica:

Si se han leído dos o más historias de John Katzenbach, por lo general se advierte que muchas de ellas llevan el mismo esquema general. Ésta es la primera que considero diferente de todas ellas por cuestiones simples, pero fundamentales a la vez: está narrada durante la Segunda Guerra Mundial, un periodo de tiempo que varía enormemente con el presente o pasado “no tan lejano” que suele manejar este autor. Por su parte, la historia tiene la dosis exacta de drama legal e historia de misterio que constituye un cambio drástico en la forma de contar la historia. Aquí el villano ya no es un psicópata con todas sus letras, sino las circunstancias, la xenofobia, y finalmente el ánimo de tener un “chivo expiatorio” que sirva de parapeto para lograr la fuga. Scott es en realidad un daño colateral de la fuga.
Si he de decir algo de este libro es que me gustó. Me pareció entretenido, diferente de las obras que anteriormente había leído del autor y un drama legal bien estructurado, con la limitación que toda la historia tiene un sinsentido insoslayable: los alemanes ante tal situación habrían matado al negro sin miramientos (primero porque así lo imponía la Ley de Raza y segundo porque era culpable de asesinato).

La película: Se parece.


Como adaptación cinematográfica, la película es bastante fiel, aunque con las obvias limitaciones que implica adaptar un libro de seiscientas y pico de páginas, pero funciona correctamente al adaptar las partes más importantes de una historia bastante lograda, sin embargo tiene quizá una carga excesiva de temas relacionados con el honor y esas cosas, y eso no tiene reflejo en el libro base.
Por cuanto a las actuaciones, la verdad es que se llenaron de actores buenos (tampoco esperemos ver a Al Pacino o Anthony Hopkins), pero Bruce Willis es eficiente, la ambientación es correcta y por supuesto que la caracterización fue bastante buena. Con la limitación de la trama que ya fue expuesta en líneas que anteceden, la adaptación es buena, pero no excelente.
Mi valoración personal:
Del Libro:
Calificación:
8
De la película:
Calificación:

8

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