Existe una serie de reglas no escritas
sobre las trilogías en general: son reglas casi universales que son presentes
(en distinta medida y substancia) en prácticamente todas las trilogías que se
precien de serlo.
Específicamente la segunda parte de una
trilogía debe contener más acción; pero ésta se desarrolla en un ambiente más
lento y tedioso que su predecesora, donde el protagonista tiene nuevos retos y
una historia que no habrá de concluir sino hasta el inicio de la tercera parte;
también es usual que en la segunda entrega se hagan revelaciones importantes y,
suele ocurrir que se ponga en peligro a un personaje principal para lograr el
efecto de una segunda entrega de trilogía: enganchar al espectador para la
tercera parte, porque de otro modo, la historia carecería de lógica.
En ese contexto, y precisados los elementos
fundamentales de una trilogía, he de decir como preludio que Suzanne Collins
pareciera tener todos los elementos de esta regla general presentes al momento
de su texto “En llamas”. Vamos a ello.
Sinopsis
Advertencia: la presente sección contiene
información que, si no has leído el libro, tal vez no quieras saber ahora
mismo, si es el caso, sáltala; ve a la sección Crítica, y reanuda tu lectura allí.
La historia comienza donde la dejamos en el
texto previo: Katniss ha ganado los juegos del hambre y ahora goza de una vida
diferente: tiene nueva casa, dinero, y su familia está bien; y se encuentra en
la víspera de lo que se denomina “el tour de la victoria” por el cual el Capitolio
le reitera a la población que cada año se celebrarán los Juegos y que por lo
menos uno de sus habitantes morirá en ellos.
Así las cosas, Katniss recibe una visita
inesperada: el presidente Snow en persona ocurre a su casa para decirle que su
acción de último minuto en los juegos ha provocado una serie de revueltas en
todo Panem. Al parecer ella es la única culpable de ello, puesto que lo que
hizo se pude catalogar como un acto de sedición.
Es por ello que el tour significará la
única oportunidad que tiene para buscar enmendar su error y hacer ver a la
población que su acto fue por el enamoramiento (que es fingido) con su
compañero vencedor Peeta, y no como un acto de rebelión.
Sin embargo, las cosas salen mal, y al
final del viaje, la población ha tomado a Katniss como su bandera o líder
visible. Ello se concatena con el inicio de los 75° juegos del hambre, que por
sí mismos traen un cambio substancial: por única ocasión, los tributos serán
elegidos de entre los vencedores de los juegos.
Mientras tanto en el Distrito 12, Katniss
oye rumores sobre la existencia de un Distrito 13 y de una creciente rebelión
en aquél lugar contra el Capitolio; además de que las medidas de seguridad y
represión se han redoblado y encrudecido.
Dada la naturaleza del distrito en que se
encuentra, Katniss es la única mujer vencedora, y por tanto, está
automáticamente dentro de los juegos (qué dramático) y dadas las condiciones,
al final Peeta y ella regresarán a los juegos, (de verdad, ¿no había argumento
mejor?) junto con un montón de experimentados asesinos.
Los 75 juegos del hambre comienzan con dos
anuncios importantes: para impedir su realización los vencedores hacen toda
clase de declaraciones; la más fuerte de todas es el anuncio del falso embarazo
de Katniss y también el falso matrimonio entre ella y Peeta; con lo que la población
del Capitolio enfurece y exige que se cancelen los juegos. Pero ello no ocurre
y Katniss se ve obligada a volver a la arena junto con Peeta. Decidida a hacer
campeón a Peeta, Katniss se alía con varios jugadores de los demás distritos; y
en un momento dado, consigue destruir el campo de fuerza en que se halla en la
arena de los juegos.
Katniss es rescatada por el Distrito 13
antes de que los juegos tengan un vencedor determinado, y se confirman los
rumores de la existencia de este Distrito y de la rebelión que encabeza; pero
también le llega una terrible revelación: el Distrito 12 está destruido, y
Peeta fue capturado por el Capitolio.
Crítica
En realidad, Collins tomó muchos elementos
clásicos de las trilogías para esgrimir su segundo movimiento. La historia
fluye de una manera más lenta, más calculada, y tiene personajes interesantes;
sin embargo tiene dos fallos insoslayables: el primero es que el argumento de
los juegos, la arena y todo eso ya fue visto en el libro precedente, es decir,
no es una historia nueva, sino un regreso al punto de partida, y ello da la
impresión de que la autora no tiene otra idea de por dónde llevar su historia;
el otro fallo es que exactamente a la mitad del libro, cuando el tour ha
terminado y el tema de los 75 juegos está por empezar, es poco realmente lo que
se aprecia de avance en la trama y quizá hubiese sido mejor capturar al lector
con los 75 juegos antes de concluir el tour de la victoria; no obstante, este
segundo fallo es menor que el primero que mencioné.
Es por ello que puedo decir que la historia
cumple con la regla de la segunda parte de una trilogía; aunque ello no
garantiza que tenga una nota excelente. Los fallos en la historia pesan al
hacer el balance final, dado que existen momentos en que la historia es
sumamente predecible.
Por tal motivo puedo calificarla de
entretenida, regular en términos generales, buena para quien sea fan de la
serie, y entretenida para el resto del público.
La película: Alta fidelidad garantizada
La adaptación cinematográfica de En llamas
goza de una fidelidad para con el libro base que es fabulosa.
Por principio de cuentas la dirección de
arte y vestuarios me parecieron sublimes; pero donde la película logra su mayor
acierto es en la actuación de Phillip Seymour Hoffman, galardonado actor que
hace gala de su calidad histriónica interpretando a un ambiguo Plutarch
Heavensbee, tal como fue descrito en el libro base.
Sin embargo, como es usual, no todo es miel
sobre hojuelas. Si un defecto tiene esta película es el corte de una que otra
escena que era fundamental para el final de la trama; y me refiero
específicamente la escena donde los rumores del Distrito 13 llegan a los oídos
de Katniss; no es una escena de acción ni nada por el estilo, pero sí es de
suma importancia y trascendencia para el final de la historia. No es mucho,
pero al final, el corte pesa al hacer el balance final.
Las actuaciones restantes son eficientes,
lo que aumenta la evaluación, y la dirección y el guión consiguen su cometido
en una entrega lograda e interesante. La historia no daba para más, pero la
adaptación cinematográfica es eficiente.
Mi valoración personal:
Del libro:
7.8
De la película:
7.5
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